Marcos 10:2-9
CONTEXTO
Jesús Anduvo por Galilea y alrededor del Mar. Capernaun se
convirtió en el centro de sus actividades. En Cesarea de Filipos había
anunciado que se dirigiría hacia Jerusalén para morir. Finalmente, ya se encuentra
en los límites de Judea. Mas precisamente en la localidad es Perea,
territorio de Herodes de Antipas. Herodes se había divorciado de su esposa para
casarse con Herodías, que había sido esposa de su hermano, a quien este manda a
matar. Juan Bautista criticó este actitud y su crítica resultó en su
decapitación.
El relato comienza diciendo que los Fariseos vinieron para
provocarlo, acosaban a Jesús procurando que se mostrase contrario a la Ley de Moisés
o insensible con las mujeres. Todos estaban de acuerdo en que un hombre podía
dar carta de divorcio a su mujer o esta podía pedirlo. La disputa era acerca de los motivos por los cuales podían divorciase. Había una visión que sostenía que este
podía hacerlo por la razón más trivial; o había una visión opuesta la cual
proponía que sólo la razón más seria justificaba un divorcio. Jesús, resolvió el
tema sacando del centro el tema del divorcio, y advirtiendo el error sintáctico en su pregunta; poniendo hombre y la mujer en
el mismo nivel. Esta paridad en las relaciones entre los sexos fue tan
revolucionaria, que pocos pudieron verlo.
MARCOS 10:2-9. ¿ES LÍCITO AL MARIDO REPUDIAR Á SU
MUJER?
Desde el principio, Marcos establece que los fariseos están
intentando tenderle una trampa (peirazontes) a Jesús. Utiliza esta misma
palabra, peirazontes, al hablar de Satanás tentando o probando a Jesús en el desierto.
Éste es uno de los varios incidentes en que fariseos entran
en conflicto con Jesús. Cuestionaron sus prácticas (2:16) y las de sus
discípulos (2:24; 7:5). Tentaron a Jesús pidiéndole una señal (8:11).
“era lícito al marido repudiar a su mujer?”. Los fariseos
esperan que Jesús escoja un lado de la controversia, y así poder criticarlo.
Jesús contestó, “¿Qué os mandó Moisés?” Ellos
contestaron, “Moisés permitió escribir carta de divorcio, y repudiar”. Los
fariseos se refieren a Deuteronomio 24.
Esta ley no justifica a un hombre divorciarse de su
esposa, sino que describe una situación en que el hombre ya se había divorciado
de una mujer y esta vuelva a casarse. El énfasis no se encuentra en darle
permiso al marido para divorciarse, sino en prohibirle que se vuelva a casar
con su primera esposa, que se ha casado con otro hombre. También, fíjese que
este pasaje no expresa ninguna condenación hacia el segundo matrimonio.
“Por la dureza de vuestro corazón os escribió este
mandamiento”. Jesús no declara inválido el pasaje de Deuteronomio. Pues en
Deuteronomio 22,22 ya aclara que si un hombre y una mujer son sorprendidos en
adulterio, ambos serán muertos apedreados. Osea, no seria necesario pedir carta
de divorcio porque ya ambos serian condenados a morir. Pero ambos, no solo la
mujer.
“Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo
Dios”. Sin embargo, lo que Jesús hace aquí es pasar de la conversación de
Deuteronomio al Génesis, de Moisés a Dios. De lo que Moisés permite, a lo que Dios
instituyo. No contradice que Deuteronomio permita el divorcio, pero dice que
Moisés dio este permiso como concesión por nuestra “dureza de corazón”, por su naturaleza
pecadora. Jesús no discute con Moisés, lo que hace es dirigir el tema a una
autoridad más grande, citando Génesis 1:27 y 2:24 para aclarar la intención
original de Dios, que hombre y mujer son “una sola carne”, son iguales.
“Pues lo que Dios juntó (griego: synezeuxen), no
lo aparte el hombre”. Osea, los que intentaban disociar los Fariseos con su pregunta mal intencionada,
era la importancia del hombre sobre la mujer, sin embargo Jesús, dice que el
hombre NO es más importante que la mujer, Dios los creo iguales “una sola
carne”. Asi que Jesús no condena el divorcio, lo que condena es la forma de
preguntar, “era lícito al marido repudiar a su mujer?”.
Jesús confronta directamente la ley de los hombres con el
principio originario de la creación de Dios, dejando clara evidencia que sus
palabras supera cualquier prejuicio.
Comentarios
Publicar un comentario