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Mc. 12 28-34 Los Mandamiento de Jesús

MARCOS 12:28-34.


La historia del escriba que pregunta sobre el primer mandamiento aparece en los tres sinópticos, pero con algunas diferencias. En Mateo 22:34-40 y Lucas 10:25-38.
En Lucas, Jesús no responde directamente al escriba, sino que pregunta, ¿Qué está escrito de la ley? El escriba responde, repitiendo las palabras de Jesús que también están en Marcos “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón… y el segundo es semejante á el primero: Amarás á tu prójimo como á ti mismo”. No hay otro mandamiento mayor que éstos, pero omitiendo el Shema. La Ley judía incluye 613 mandamientos (365 prohibiciones y 248 mandatos). Pero a cuales mandamientos responde Jesús, porque se asemeja a los mandamientos de las tablas, pero no es exactamente así.
En Mateo y Lucas, el escriba viene como a enfrentar a Jesús. En Marcos en cambio, el escriba se presenta con un aire más de cercanía. Esto sucede después de que los saduceos intentaron confundir a Jesús al preguntarle sobre la resurrección, en lo cual ellos no creen; existe una gran posibilidad de que este escriba sea fariseo, ellos sí creen en la resurrección. En Lucas, la Parábola del Buen Samaritano sigue al encuentro con el escriba, confirmando el concepto del prójimo.
MARCOS 12:28. ¿CUÁL ES EL PRIMER MANDAMIENTO?
Este pregunta, a diferencia de la mayoría de las historias donde le preguntan a Jesús para ponerlo a prueba, parece honesta. “Oye Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es”. “Shema significa, oír”. Jesús va al Tora, al centro de la fe judía. El Shema no es un mandamiento por si, pero establece los cimientos del amor a Dios.
“Amarás (griego: agapeseis) al Señor tu Dios con todo tu corazón (griego: kardia), y con toda tu alma (griego: psyche), y con toda tu mente (griego:dianoias), y con todas tus fuerzas” (griego:  ischuos). Deuteronomio 6:5 habla de amar a Dios con corazón, alma, y fuerza. Jesús añade amar a Dios con la mente. Los judíos piensan que el corazón es el centro del pensamiento tanto como los sentimientos, y del alma como lo que da vida y respiración a una persona. Es posible que Marcos añada “mente” por sus lectores griegos, que quizá no asocien el corazón con el pensamiento. Y Ágape es una palabra que trata más de “hacer que de sentir”. Requiere demostrar el amor de manera práctica.
“Y el segundo es semejante: Amarás á tu prójimo como á ti mismo”. El escriba preguntó por un mandamiento pero Jesús le da dos. “No hay otro mandamiento mayor que éstos”.
Jesús no esta nombrando los mandamientos del decálogo, pero estos dos (amar a Dios y amar al prójimo) resumen de una manera simple la primera y segunda parte de él (los Diez Mandamientos). La primera parte destaca la relación de una persona con Dios, a través del requisito de abstener de la idolatría, de respetar el nombre de Dios y de mantener el día sagrado. La segunda parte, se enfoca en la relación de la persona con el prójimo, honrando al padre y la madre, no matar, de cometer adulterio, hurto, falso testimonio y la codicia.
Jesús pone al mismo nivel estos dos grandes mandamientos. Una persona no puede amar a Dios y no ama a su prójimo. En el Evangelio de Lucas, la parábola del Buen Samaritano, aumenta nuestra comprensión del prójimo, incluyendo aquéllos que se encuentran fuera y lejos de nuestro círculo de amigos y conocidos. Jesús exige que amemos hasta a nuestros enemigos.
“Amarás á tu prójimo como á ti mismo”. Amar al prójimo es el reflejo del amor a Dios, es sencillo; y lo que hagas por ti, lo haces por él, así reflejas cuanto amas a Dios. Amar es acción.
MARCOS 12:32-33. MAESTRO, VERDAD HAS DICHO
“más es que todos los holocaustos y sacrificios”. Esta conversación tiene lugar en el templo. Esto da un valor especial a esta declaración, no es común que un religioso reconozca que la acción de amor al prójimo es mas importante que cualquier contribución al templo.
MARCOS 12:34. NO ESTÁS LEJOS DEL REINO DE DIOS
Jesús felicita al escriba por su respuesta. La importancia de este Evangelio se encuentra en la prioridad que Jesús pone a nuestra práctica religiosa.

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